Los pensamientos o violas

¡Son los reyes del invierno!

Los pensamientos (Viola tricolor) son plantas de temporada otoño-invierno especialmente adecuadas para parterres e incluso para plantar bajo los arbustos; también se desarrollan perfectamente en macetas o jardineras.

Se componen de 5 pétalos planos aterciopelados: 2 arriba, 2 laterales y 1 menor. En cada flor se ven 2 o 3 colores.

Al plantarlos se suelen intercalar los bulbos de tulipán. Todos los años encontrarás en nuestro centro de jardinería novedades tanto en nuevos colores como en tamaño de la flor.

Se pueden situar al sol o en semisombra; solo necesitan un sustrato humífero y suelto. Es primordial mantener el suelo uniformemente húmedo, pero no empapado.

Fácil de cultivar, el pensamiento está bien adaptado para crear macizos de flores, solo o mezclado con otros tipos de flores. Se usa mucho en los jardines de invierno porque soporta ligeras heladas y florece durante varios meses.

El lado inferior y los pétalos a menudo tienen manchas contrastantes o venas que irradian desde el centro de la floración.

Los híbridos nos han traído una gran variedad de colores y diseños para elegir, incluyendo púrpura, azul, azul-violeta, amarillo, rojo, rosa y blanco.

Algunas tonalidades púrpuras parecen casi negro.

Es una planta de alta resistencia y de bello colorido.

Se trata de una planta semiperenne, especial para resistir las temperaturas frías más extremas. Ideal para el invierno, una época en la que son pocas las plantas que tienen flores, y es entonces, cuando los pensamientos dan una nota de color.

Estos son los problemas más comunes con esta planta. El suelo seco causará que las flores desaparezcan  rápidamente. Si  está regando regularmente y la planta se marchita significa que  la raíz o el tallo se están pudriendo.

Temperaturas altas y falta de luz solar harán que las plantas de pensamiento no logren florecer. Necesitan luz brillante a pleno sol en invierno.

El período de floración puede prolongarse si se retiran todas las flores marchitas.

 Cortar las puntas de los tallos florecidos después de la caída de las flores para provocar la formación de otros capullos es muy importante.