Camelia, la planta del mes de octubre

Características de la camelia

La camelia es un tipo de arbusto que puede llegar a medir 10 metros en función de su variedad. Está compuesta por hojas perennes, coriáceas y gruesas, con un color verde oscuro, y por flores de colores rosas, rojos y blancos.

Normalmente, se trata de una planta de exterior, aunque se puede plantar en macetas interiores. Y su temporada de florecimiento comienza en diciembre, pues se trata de una especie adaptada al frío, capaz de aguantar bajas temperaturas sin problema.

¿Has oído hablar del aceite de camelia?  Esta preciada sustancia procede, como su propio nombre indica, de la camelia y es muy codiciada en dermatología y cosmética, pues se le atribuyen propiedades hidratantes y suavizantes de la piel. Así que las camelias no solo decorarán tu jardín o tu balcón, sino que además pueden servirte para hacer cremas y ungüentos.

Cuidados de la camelia

Lo primero que debes tener en cuenta para cuidar tu camelia y que esta crezca sana es que no tolera las altas temperaturas ni la falta de humedad. Por eso es fundamental que si decides colocarla dentro de casa la pongas en un lugar fresco, alejado de fuentes de calor como estufas, hogares, radiadores… ¡Nunca debe estar a más de 12ºC!

El riego deberá ser abundante en verano y moderado en invierno, y su suelo deberá ser ácido, para lo cual puedes añadir una capa de tierra de brezo, castaño o turba rubia.

Otra de las claves para que la camelia crezca adecuadamente es realizar una poda de limpieza en invierno, para eliminar ramas secas, enfermas o muertas, y otra poda de floración en primavera, en la que se deberán cortar las yemas para que crezcan nuevos brotes el año próximo.

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